lunes, 9 de mayo de 2016

Mi hijo no me hace caso

Todas las profes tenemos nuestros secretos, trucos, sabemos cómo manejar a los niños. Seguimos una serie de criterios muy sencillos, no es magia creedme, sino autoridad. Tan fácil como ser consecuentes con lo que les decimos a los niños, ser los primeros en cumplir lo que decimos y firmes en nuestras decisiones. Como bien sabéis los niños NECESITAN límites para sentirse seguros, protegidos y felices, es de su naturaleza buscar al adulto, llevarlo al límite y ahí es donde entramos nosotros SIENDO FIRMES.

 
El problema es que debemos escucharnos primero, o mejor aún, pensar primero lo que vamos a decirles a los pequeños. Las profes que estén leyendo esto estarán de acuerdo que siempre es preferible no decirle nada a un niño a decirles algo que no vamos a poder cumplir.
 
El carácter de un niño es innato pero el comportamiento se aprende:
 
Hasta los 15 meses: Los límites tienen que ver con la imposición de una rutina diaria (sueño, comidas, etc...) y de normas para su seguridad (apartarles del peligro, prohibirles tocar ciertos objetos...). Hacia los 9 meses, el niño entiende que algo está prohibido si dices "no". Recuerda que el castigo no le educa ya que no hace maldades a conciencia, lo que hay que hacer es actuar SIEMPRE del mismo modo (ser congruentes y constantes). Al final de esta etapa el niño dice "no" mientras que hace la trastada :) ¡Es muy buena señal! Ya sabe que no se puede hacer aunque su curiosidad puede con el....

De los 16 a los 36 meses: ahora toca controlar esos impulsos curiosos... Es la etapa del "yo". Se da cuenta de que es una persona independiente y autónoma con voluntad propia y lo practica retándote (así afianza su personalidad). ¿Cómo marcar en esta etapa los límites? Al poder desplazarse libremente necesitaremos marcarle más límites pero a la vez hay que darle cierta libertad y opciones a elegir ¿Cómo equilibrar esto? Aquí esta la clave: somos su autoridad y el adulto es el que decide y pone las normas aunque podemos "engañarle" para que crea que él está decidiendo. Te pongo un ejemplo: Al vestirnos podemos proponerle ¿Qué zapatillas se quiere poner, si las rojas, las blancas o las azules? le damos a elegir entre lo que nosotros queremos que se ponga, no entre las zapatillas y las chanclas. Pondré otro ejemplo: nosotros elegimos la hora a la que hay que ir a dormir o lo que compramos en una tienda (pero ellos eligen si vamos a comprar las chanclas cuáles son las que le gustan más). Es muy obvio y simple y puede hasta parecer sencillo, pero si lo cumplieran todos los padres, si fueran FIRMES y CONSTANTES sus hijos les obedecerían y no tendrían que amenazarles diciéndoles "si no comes se lo digo a Miss Laura" escuchad una cosa:
  • No nos pongáis a las profesoras como las malas, esto de los límites no funciona así
  • No amenacéis a vuestros hijos porque encima ni vosotros cumplís la norma ni la consecuencia al incumplimiento de esa norma
  • Dejad que protesten pero manteneros firmes: esto quiere decir que cuando queréis iros del parque les deis a elegir "Nos vamos ya o nos quedamos 5 minutos más jugando" obviamente van a decir que 5 minutos más pero ya les hemos dado a elegir, nuestra respuesta será "Vale, si quieres quedarte a jugar 5 minutos más fenomenal, pero recuerda que en 5 minutos nos vamos. Te puedo ir avisando si quieres" Podemos recordarle que queda 1 minuto para acabar el juego por ejemplo pero cuando el tiempo se consuma NOS VAMOS DEL PARQUE. Nada de "veeeenga vamos", "vaaaaamos", "ya han pasado 5 minutos", "vámonos ya", "hijo tenemos que ir a hacer la compra", "dijimos 5 minutos y llevamos 10" etc etc... ¿Te suena verdad? Será que cumplir las normas no es tan fácil como parecía en un principio.... En éste caso ¿Quién no está cumpliendo la norma, el niño o el padre? Ser consecuentes con lo que le decís a vuestros hijos por favor. Es preferible no decirles nada a que se de el caso que os acabo de proponer.  

De 3 a 5 años: A esta edad conoce sus normas y sabe obedecer pero como ya habla también sabe pedir, negociar, chantajear... Debemos hacerle ver las consecuencias de sus actos es IMPORTANTÍSIMO. Las consecuencias de no obedecer, de sobrepasar los límites. Recuerda elogiar SIEMPRE sus buenas conductas para reafirmarlas lo que en clase llamamos EL REFUERZO POSITIVO. Pondré un ejemplo: en mi aula a un niño que no trabaja (porque está jugando) en vez de recriminarle diciéndole "Ponte a trabajar" "Deja de jugar" "Nunca acabas tus trabajos" etc... Todo esto él ya lo sabe y a mi no me sirve para nada así que diciendo "Qué bien estás trabajando hoy" al compañero que tiene al lado es cómo si con un resorte en el culete cogiera la postura en la silla y se pusiera a trabajar él también jajaja es como magia, por lo que refuerzo positivamente esa actitud "Tú también estás trabajando ahora muy bien, sigue así".



 
Hay tres estilos disciplinarios:
  1. El consecuente: dialogante, respetuoso pero firme y coherente
  2. El autoritario: impone sin escuchar
  3. El excesivamente permisivo: casi no hay reglas o las marca el niño

No hace falta ni que diga cuál es el que prefiero, es complicado encontrar el equilibrio, ser constante y no ceder a los caprichos sobre todo cuando estas cansado después del trabajo o te encuentras mal. Recuerda que si cedes es complicado ganar después. Tu hijo no se va a frustrar si eres coherente. Usa el sentido común.

Te explico cómo han de ser las normas y los límites para que te sea más fácil:
  • Justas, razonables y consecuentes
  • Normas, pocas (sólo las importantes). En cuanto a las órdenes no des más de una a la vez: escúchate, te darás cuenta de que llevas toda la tarde diciéndole "que no" al niño :) No es bueno estar constantemente "mandando" al niño.
  • Formuladas de un modo amable pero con firmeza y seguridad. No pierdas los nervios, no te desesperes, no grites nada de eso os va a ayudar.
  • Expuestas de forma concreta y no con una pregunta como: ¿Quieres...?
  • Mantener las normas SIEMPRE SIN EXCEPCIONES y sin entrar en discusiones.
  • Darle las órdenes de cerca y mirándole a los ojos o tocándole en el hombro. Esto lo hacemos para focalizar su atención en lo que le estamos diciendo, para que se centre.
  • Nunca acompañar las órdenes de hostilidad, descalificaciones o amenazas. Dejando bien claro las consecuencias de su incumplimiento y reforzando positivamente su cumplimiento.
Espero que todo esto te ayude, si quieres más información sobre rabietas, comportamiento etc etc no dudes en decírmelo y escribiré más sobre el tema :)




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